lunes, diciembre 05, 2005

ESLAVA Y GARRALDA ¡A TOCAR!


Llevabamos una buena temporada sin tocar en directo porque habiamos estado componiendo canciones para el nuevo disco. Han sido casi dos meses encerrados en la bajera (que significa local de ensayo por estos lares) y eso para nosotros es una eternidad. Puede que os parezca una tonteria pero no es lo mismo tocar en la bajera practicamente todos los días ensayando y componiendo que tocar un concierto de hora y media un solo día, no es ni parecido. Puede que sea vicio, locura o incluso necesidad de alimentar nuestro ego, no lo sé ni yo ni nadie del grupo ni nadie de otro grupo.... nadie sabe por qué pero un musico tiene que tocar en directo para sentirse vivo. No sé cuantas horas habré estado en estos dos ultimos meses machacando mi garganta y endureciendo mis dedos a base de tocar la guitarra, pensando en letras, grabando ideas que luego se han transformado en canciones, soñando (como siempre) con LA CANCION que haga sonar al resto... y, aunque eso es bonito y no lo cambiaría por ningun otro trabajo, el unico objetivo de esas horas encerrados en la bajera es poder tocar las canciones en publico. Que tontería ¿no? Pues si, es una tonteria, pero para nosotros cuatro es el motor que mueve nuestras vidas. Hacer canciones para que la gente las oiga.
Bueno, que me voy por las ramas. El caso es que este fin de semana hemos estado tocando en dos pueblos de Navarra. El viernes cargamos la furgo a presion (tenemos una Renault Trafic no muy espaciosa) y nos metimos como sardinas en lata dentro para ir a tocar a Eslava. No se cómo explicarlo pero un viaje en furgoneta, aunque sea de una sola hora, tiene una magia especial, es una mezcla de buen humor continuo, conversaciones que rozan el absurdo, dolor de espalda, mas risas, kilometros, gasolineras, mas risas... y al final llegar a puerto.
Esa noche tocabamos con otro grupo y daba la casualidad de que eran nuestros compañeros de La Lengua de Trapo, y digo compañeros por no decir hermanos ya que practicamente nacieron a la vez que El Color de la Duda, son tambien de Pamplona y no sabría decir la de cervezas que nos habremos tomado juntos (cienes y cienes de ellas, jeje). Solo habíamos tocado una vez juntos los dos grupos y fue para telonear a los Hombres G, pero esta vez era la primera en la que los dos grupos completabamos el cartel del concierto. Como veis todo hacia que este bolo fuera algo mas que un concierto. Era una cita aplazada durante muchos años y con un ambiente inmejorable. Como podreis imaginar el montaje, la prueba de sonido y la cena discurrieron en un ambiente de los mas ameno. Conversaciones sobre el ultimo disco de fulanito, la nueva guitarra de menganito, el sonido de tal, la cancion del otro... vamos, las tipicas charlas de trabajo. Como suele ser habitual a los musicos se les conquista por el estomago y vaya si nos conquistaron. Una cena bien carnivora regada con buen vino y un chupito de licor de hiervas de postre es el menu tradicional de nuestros conciertos (cuando se puede, claro, que muchas veces hay que sustituirlo por bocata frio) y no, no nos bebimos tres botellas de Jack Daniels, ni le tocamos el culo a la camarera, ni circularon drogas sobre la mesa ni debajo de ella. Cenamos como cena un grupo de amigos que luego tiene que salir a tocar y hacerlo lo mejor que pueden.
El concierto empezo a la 1:00h mas o menos con La Lengua de Trapo sobre el escenario y nosotros salimos a tocar hacia las 2:30 o así con lo cual os podeis imaginar lo tarde que se nos hizo. No os voy a contar mas del concierto porque ya dije en mi primer mensaje que quiero contar otras cosas. Solo diré que salio bien, la gente disfruto y nosotros tambien aunque a medias porque la acustica del local no nos dejaba oirnos con claridad.... vamos, que me dejé la voz ahí. Tocar, recoger, cargar la furgo y vuelta para Pamplona. A las 7 de la mañana en la cama y a las 7 de la tarde del dia siguiente vuelta a poner el culo en la furgoneta. Esta vez el destino era Garralda.
En Garralda tocabamos nosotros solos y ademas teniamos el honor de inaugurar la nueva temporada de conciertos en el Errotaberri, un bar y sala de conciertos que ocupa toda la planta baja de una casa de pueblo de esas de piedra y madera que hacen que al entrar te den ganas de quedarte a vivir ahí. La sala disponia de equipo de sonido propio para hacer conciertos pero como llevabamos el nuestro cargado en la furgoneta y aconsejados por Kike (nuestro tecnico de sonido en esta ocasion), decidimos montar todo nuestro equipo para asegurarnos un buen concierto y un buen sonido. A veces hay que tomar estas decisiones aunque nos lleve una hora más montar todo y otra desmontarlo. Es complicado de explicar pero ya lo ireis entendiendo. Por muy bien que toque uno, que cante o lo que sea, si no oyes bien lo que haces o si notas que la gente no esta disfrutando del sonido de la actuacion o no entiende las letras o.... vamos, que no disfrutamos de un bolo si el publico no lo esta haciendo y por eso hay veces en las que se sacrifica lo que haga falta por que el sonido llegue lo mejor posible a vuestros oidos.
Despues de probar sonido y disfrutar de lo lindo con la acustica del local ya estabamos tranquilos. No se iba a repetir el caos que sufrimos ayer sobre el escenario, no había rebotes de sonido y nos oiamos perfectamente todos. Vamos, que la noche se presentaba perfecta y mucho mejor se presentó cuando nos dieron la cena. Creo que nos comimos una granja entera de pollos asados al horno de leña por el propio anfitrion de la noche. Da gusto cenar bien antes de un concierto y ademas es un honor que el mismo tio que te contrata para tocar se deje la piel cocinando una cena como la que nos dieron. De verdad, un trato asi no tiene precio.
El concierto comenzó con media hora de retraso y con el Errotaberri lleno hasta los topes de gente que se había acercado de todos lo pueblos de alrededor, de Pamplona, alguno de Bilbao, alguna de Barcelona... y, tal y como esperabamos salio todo a pedir de boca. Hacia tiempo que no disfrutabamos asi de un concierto.
Despues de terminar de tocar nos quedamos un buen rato hablando con la gente del publico. Conocidos y desconocidos se acercaban a nosotros para comentar la jugada y nosotros, aunque cansados, encantados de hablar con la gente. No entiendo como hay artistas(?) que van de estrellas intocables y son unos bordes con la gente. Para mi es un honor que alguien se acerque despues de un concierto a decirme que le ha gustado, a pedirme un autografo, una pua, a intentar invitarme a una copa o incluso a darme la chapa de forma brutal (que tambien los hay, aunque no fue el caso de este bolo). Siempre he pensado que es parte del trabajo e igual que ellos respetan y admiran a los musicos, nosotros debemos respetar y admirar a la gente que dedica su tiempo a escuchar nuestra musica, que se desplaza muchos kilometros para vernos tocar, que sienten algo al oir nuestras letras.... creo que si luego les apetece hablar un rato conmigo o con Pepo, o con Jokin , o con Ritxar tienen todo el derecho del mundo a hacerlo y a que les escuchemos, cosa que hacemos gustosamente. De verdad que no entiendo a las estrellas del rockanroll cuando hacen lo contrario.
Bueno, el caso es que la noche terminó y nos fuimos con mucha pena porque la fiesta que habia montada ahi era monumental y la gente de lo mas simpatica pero.... qun no habiamos terminado de currar, habia que volver a Pamplona, pasar los controles de alcoholemia y descargar la furgo en la bajera para poder ensayar esta semana.
Eso si, una vez terminado todo el trabajo y con la furgo aparcada... el descanso del guerrero. Un par de cervezas en el Black Rose (ya os hablare mas adelante de este bar) y a casa a dormir mucho mas sereno que el resto de los que quedan por ahi a esas horas y con la satisfaccion del trabajo bien hecho. No os imaginais como se queda el cuerpo despues de dos conciertos como estos y lo bien que se queda la cabeza y el corazón.
Ahora a pensar en el siguiente concierto y en la siguiente canción.