sábado, junio 30, 2007

FUERZAS PARA SEGUIR


Ayer tuvimos uno de esos conciertos en los que nos damos cuenta de la grandeza de la musica y la fortuna que tenemos de estar sobre un escenario haciendo sonar nuestras canciones. Un concierto a las 9 de la noche en un paseo al aire libre en medio de Pamplona es una buena ocasion para hacerse notar, para darse a conocer a gente que, de otra forma, nunca te habría ido a ver a un concierto en una sala o un bar lleno de humo.... Ayer se juntaron gente cuyas edades comprendian entre los 3 y los 73 años y cuyos sueldos oscilaban entre los 0 y los 3.000 euros, gente de todo tipo que pasaba por la calle y poco a poco se fue parando frente al escenario para ver a unos chicos que se llamaban EL COLOR DE LA DUDA y que estaban tocando ahi, en mitad de un paseo peatonal y sobre un escenario puesto para la ocasion.
Escribo y no consigo reflejar lo que ocurrió pero creo que conseguios unir a mucha gente diferente bajo una misma musica, la nuestra, que les hizo pasar un rato sonriendo y olvidandose de todo. Cosa nada facil y muy gratificante para nosotros. Fue inevitable que se creara ese corro tan tipico en todos los concierto gratuitos, el hueco de las primeras filas. Parece que solo cuando la gente paga 10, 20 o 30 euros por una entrada es cuando se pelean por tener un puesto en las primeras filas y, sin embargo, cuando el concierto es gratis hay una barrera invisible que hace que todo el publico se aleje unos metros del escenario. Quedó demostrado ayer. Es la vergüenza de los adultos, de los que temen hacer el ridiculo si se ponen a bailar o a mover los brazos con la musica. No puedo decir nada porque yo hago lo mismo pero.... ¿La gente no se da cuenta de que si alguien ha de pasar vergüenza en un concierto somos nosotros, los musicos? En fin, como ya he dicho ese sindrome de las primeras filas tambien nos afecta a nosotros asi que no puedo quejarme. La fortuna que tuvimos ayer es que al ser un concierto a una hora prudente y al aire libre habia...... NIÑOS!!! Los autenticos expontaneos, los que no saben lo que es la vergüenza y solo piensan en disfrutar, observar, escuchar, aprovechar lo que estan viviendo en ese momento. Gracias a ellos y a su ejemplo (no pararon de bailar y poblar las deshabitadas primeras filas) conseguimos mover a una masa de gente que se esparcia timidamente a unos discretos cinco metros del escenario y acercarlos a la primera fila para conseguir un final de concierto de ensueño para nosotros. Fuimos a hacer una fiesta y gracias a los niños lo conseguimos tanto nosotros como los adultos "responsables y serios" que nos veian. Todos lo pasamos muuuuy bien.
Que nadie olvide el niño que lleva dentro y que lo deje salir cuando la ocasion asi lo requiera. Por ejemplo, en los conciertos.
Fue un verdadero placer lo que conseguimos ayer.
Gracias a todos los que ahi estuvisteis y vivisteis ese momento con nosotros y, sobre todo, gracias a los niños y niñas que nos llevaron a conseguir nuestro objetivo.