Ayer por la noche tuve el enorme placer de compartir escenario con Carlos Chaouen. En cuanto me enteré de que venía a tocar a Pamplona me ofrecí para hacer de telonero para él con El Color de la Duda y poner mi granito de arena para que Carlos ocupe el lugar que se merece en la música.
La labor de un telonero es la de ir calentando el ambiente para cuando llegue al escenario el cabeza de cartel. En este caso Carlos Chaouen. Creo que es la vez en la que más he disfrutado teloneando a alguien porque de corazón quería hacer ese papel. Creo que en cierto modo me lo pedía el cuerpo.
Como dijo Kutxi cuando subio al escenario: si este mundo fuera como a mi me gustaría que fuese, hoy habría mil personas fuera de la sala sin haber podido conseguir una entrada para ver este concierto. Pero el mundo no es asi y hay muchos oidos que no saben lo que se pierden. Aun y todo la sala totem se pobló de gente deseosa de oir las palabras que salen de las canciones de Carlos.
Hicimos nuestro concierto, disfrutamos como siempre lo hacemos y luego volvimos a disfrutar oyendo a este genio de las palabras y disfrutando de la banda de músicos que lo acompañan. Todo un manjar para mis oidos.
Puede que la timidez que nos emvuelve tanto a Carlos como a mi haga que no quedemos para cenar ni nos visitemos por sorpresa un día cualquiera pero me siento realmente orgulloso de tenerlo como amigo aunque solo nos veamos cuando le llamo para grabar un disco o cuando viene a vernos a un concierto o nosotros le teloneamos a él.... pero puedo decir que conozco, aunque sea un poco, a la persona de la que salen esas increibles letras que un grupo de privilegiados (espero que cada vez mayor) podemos disfrutar.
Me consta que hubo gente que se animó a ir al concierto del viernes por vernos a nosotros, aunque evidentemente la gran mayoría iban a ver al cabeza de cartel, y luego se quedaron realmente contentos por haber descubierto la música de Carlos Cahouen, lo cual me agrada muchisimo.
Espero que se vuelva a repetir una cita asi pero de momento ya tengo otro pequeño trofeo en mi estante de la memoria: el haber compartido escenario con uno de los artistas que mas admiro en este mundo de las palabras y la música.
Gracias a los que estuvisteis esa noche dando vuestro calor, a Carlos y toda su banda por hacernos hueco en el escenario, a Jaime Perrako, a Tutxin, Raul, Pedro... a toda la gente que lo hizo posible. Gracias.
